Hipertensión arterial

La hipertensión arterial es un problema de salud muy frecuente, que afecta al 25% de las personas mayores de 14 años. El porcentaje aumenta con la edad – progresivamente en los hombres y de forma más brusca en las mujeres, tras la menopausia-, de modo que más del 50% de las personas de más de 65 años son hipertensas.

Actualmente se considera hipertensa a la persona que tiene cifras de presión arterial sistólica por encima de 139 mmHg y de presión arterial diastólica por encima de 89 mmHg o ambas en más de una ocasión.

¿Qué debo hacer si soy hipertenso?

La hipertensión arterial debe tratarse para reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares. Las intervenciones a realizar dependerán del grado de hipertensión y de si existe, además, algún otro factor de riesgo, como diabetes u obesidad.

La primera medida es implementar hábitos de vida saludables, una recomendación válida para todos los pacientes. Si la hipertensión es de grado 1 o de grado 2 sin otros factores de riesgo adicionales, se empezará solo con cambios en el estilo de vida, y solo si al cabo de unas semanas no se obtienen resultados, se iniciará tratamiento farmacológico. El médico decidirá cómo debe abordarse el tratamiento, dependiendo de las características de cada paciente.

Hábitos de vida saludables

  • Perder peso: la pérdida de peso es la medida inicial más eficaz para bajar la presión, sobre todo en los pacientes con sobrepeso.
  • Dieta sana: conviene limitar el consumo de carne y grasas de origen animal, y sustituirlo por pescado, frutas, verduras y alimentos ricos en calcio.
  • Hacer ejercicio físico: caminar a buen paso 45-60 minutos diarios, nadar o pedalear puede ser suficiente para disminuir la presión arterial, mejorar la forma física general y la cardiovascular. Se debe hacer con supervisión médica, para descartar situaciones que contraindiquen el ejercicio.
  • Reducir el consumo de sal: el exceso de sal favorece la hipertensión arterial porque retiene líquidos. Es aconsejable cocinar con poca sal, no añadirla en la mesa y evitar los alimentos precocinados, conservas, embutidos, salazones, ahumados, pastillas para caldo, etc. Se pueden utilizar otros condimentos y cocinar al vapor o a la plancha.
  • Reducir el consumo excesivo de alcohol: las personas que consumen mucho alcohol tienen la presión arterial más alta, por lo que suprimir o disminuir la cantidad la hace descender en pocos días.
  • Dejar de fumar: el tabaco debe evitarse ya que es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.
  • Evitar el estrés: deben evitarse en lo posible las situaciones de estrés, ya que pueden producir subidas de la presión arterial potencialmente peligrosas.

Es recomendable que controlemos nuestra presión arterial con regularidad. Para ello podemos acudir a la consulta del médico de familia o bien a la oficina de farmacia, donde disponen de aparatos de medida adecuados.

 

Fuente: SemFyc.